¿Quién es Judith y por qué es relevante su perspectiva para las finanzas en pareja?
Judith es una psicóloga clínica experta en psicoterapia de adultos y parejas. Utiliza un método basado en la ciencia que estudia a parejas exitosas para fomentar la comunicación y el conocimiento mutuo. Su perspectiva es relevante porque aborda la importancia fundamental de las conversaciones intencionales dentro de una relación para construir una base sólida, similar a la amistad, lo cual es crucial cuando se habla de un tema tan central y simbólico como el dinero. Ella ve el dinero como uno de los pilares de la trascendencia en una relación, al igual que el sexo, la familia y el amor, y destaca cómo la forma en que se mueve y habla el dinero está influenciada por la cultura familiar y social.
¿Por qué es tan importante tener conversaciones intencionales sobre el dinero en pareja, especialmente en la era digital?
Las conversaciones intencionales sobre el dinero son la base para una relación sólida, como lo es la amistad. En la era digital, donde la tecnología y la información abundan, a menudo nos convertimos en espectadores en lugar de conversar activamente. Estas conversaciones son vitales porque permiten conocer el mundo interior del otro, sus creencias y experiencias pasadas con el dinero. La falta de comunicación sobre los paradigmas financieros individuales genera tensiones y puede ser la principal fuente de conflicto, ya que cada persona llega a la relación con una “mochila” de creencias y experiencias no habladas.
¿Cuáles son las tensiones más comunes relacionadas con el dinero en las parejas?
La tensión principal surge de que los paradigmas individuales sobre el dinero no se hablan. Cada persona tiene su propia “mochila” de creencias, experiencias (incluidas las traumáticas) y lo que el dinero significa para ellos (seguridad, tranquilidad, gozo, disfrute, éxito). Cuando estos significados y prioridades no se comunican, surgen conflictos. Si bien las parejas a menudo hablan de cómo organizar sus finanzas, rara vez profundizan en el significado emocional y personal que tiene el dinero para cada uno.
¿En qué etapas de la vida en pareja surgen naturalmente las tensiones financieras y se vuelven cruciales estas conversaciones?
Las tensiones financieras y la necesidad de estas conversaciones surgen naturalmente en todas las transiciones importantes de la vida en pareja. Esto incluye momentos como decidir vivir juntos, decidir casarse, tener hijos (ya sea biológicos o adoptados), construir un patrimonio (comprar casa, coche, etc.), planificar el retiro y enfrentar la muerte de un miembro de la pareja. Estas transiciones cambian la dinámica financiera y exigen nuevos acuerdos y renegociaciones. Aunque es mejor prevenir y planificar estas transiciones, a menudo las conversaciones surgen a raíz de las tensiones que generan los cambios.
¿Cómo pueden las parejas aprovechar las tensiones generadas por las transiciones para tener conversaciones más productivas sobre el dinero?
Las tensiones, aunque incómodas, son una oportunidad para el crecimiento. En lugar de alejarse de la tensión, las parejas pueden abrir la conversación para encontrar soluciones. Dado que hablar de dinero puede ser abrumador, implicando temas como confianza, compromiso, salud o muerte, se sugiere abordarlo de manera gradual. Una herramienta útil es usar “paquetitos de preguntas”, como un juego del dinero, para tener conversaciones intencionales con curiosidad, sin la presión inmediata de encontrar una estrategia o solución. El primer paso es escuchar para entender la perspectiva del otro.
¿Qué papel juegan la equidad, la aceptación de la influencia y la visualización en la gestión financiera de la pareja?
La equidad es un concepto clave; implica una sensación de justicia en la distribución de los recursos basada en la circunstancia individual de cada persona, a diferencia de la igualdad que ignora estas diferencias. Hablar desde la equidad, con transparencia sobre los ingresos, ayuda a evitar desbalances. La aceptación de la influencia implica reconocer las fortalezas del otro en áreas donde uno mismo puede tener dificultades (por ejemplo, con los números o la ansiedad financiera) y permitir que su perspectiva moldee las decisiones. Plasmar las finanzas, hacerlo visual (como en un pizarrón con ingresos, egresos fijos y categorías de gastos generales), ayuda a tener una visión clara y a priorizar juntos.
¿Cómo pueden las parejas evitar que los “sueños en conflicto” financieros se conviertan en problemas perpetuos e irresolubles?
Según la teoría mencionada, el 69% de los problemas en pareja son perpetuos porque se basan en sueños en conflicto, que surgen de diferencias de personalidad, historia y creencias. El objetivo no es eliminar estos problemas, sino aprender a dialogarlos constructivamente y llegar a acuerdos temporales que se renueven. Es crucial entender qué tanto es un sueño en oposición (un “no negociable” en el centro de la “dona” de flexibilidad) y qué tanto hay área flexible para el movimiento y el acuerdo. Identificar estos valores centrales inamovibles y las áreas donde se puede ceder es fundamental para navegar estas diferencias sin que se vuelvan determinantes para el futuro de la relación.
¿Cómo pueden las parejas, especialmente aquellas con hijos, mantener la conexión y seguir construyendo sus propios sueños más allá de la crianza y la trascendencia a través de los hijos?
Tener hijos, aunque es un evento que llena y da significado, es también un momento de gran disrupción y puede generar un distanciamiento en la pareja debido a que gran parte del tiempo, energía y enfoque se vuelca hacia los hijos. Es un duelo por la vida anterior y una readaptación constante. Es crucial que las parejas sigan teniendo conversaciones sobre sus propias prioridades (en la crianza y más allá), sus sueños y metas como pareja, no solo como familia. Aquellos que eligen no tener hijos a menudo tienen más claros sus sueños y metas como pareja. Es importante recordar que la trascendencia puede ir más allá de los hijos y mantener conversaciones sobre “hacia dónde vamos” como pareja, incluso cuando los hijos crezcan y se vayan, o en caso de una pérdida. Planificar posibles transiciones y tener control sobre lo que sí se puede controlar (como un seguro de vida, un testamento, o simplemente agendar momentos para estas conversaciones importantes) puede brindar paz y congruencia con los valores centrales de la pareja y la familia.